El consumo de heces, también conocido como coprofagia, en realidad es bastante común en cachorros y en muchos perros adultos también. De hecho, si no se aborda de manera oportuna, existe el riesgo de que este comportamiento no deseado termine convirtiéndose en un hábito recurrente.
Hay muchas teorías y posibles razones por las cuales los perros deciden comer sus heces. Estos incluyen mala digestión, aburrimiento, estrés, búsqueda de atención y falta de vitaminas / minerales en la dieta. Esto último es muy poco probable si está alimentando a su perro con alimentos comerciales de alta calidad, ya que estos generalmente proporcionan todos los nutrientes que su perro necesita.
La forma efectiva de lidiar con este comportamiento depende de la causa exacta. Por lo tanto, siempre se recomienda consultar con su veterinario.
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