Existen muchas razones por las cuales sus mascotas en el hogar pueden experimentar dolor, que incluye fracturas de huesos, lesiones musculares o de ligamentos, un dolor de muelas, un problema gastrointestinal subyacente o incluso cáncer.
Dado que nuestros compañeros peludos no pueden decirnos exactamente qué los hace sentir dolorosos, debemos usar otras pistas para determinar el origen de este dolor y si está indicada una visita veterinaria.
Estos son los signos más comunes de dolor en perros y gatos:
Cojeando
Si observa que su perro o gato cojea repentinamente, esta nueva dolencia podría ser una indicación de dolor. Una cojera puede ser causada por un hueso roto, una distensión muscular, cáncer de huesos, una rotura de ligamentos (el más común en perros es el ligamento cruzado craneal que es equivalente al ligamento cruzado anterior en humanos), ciertas enfermedades transmitidas por garrapatas o incluso una espina entre los dedos.
Vocalizacion
Un animal doloroso a menudo vocalizará para indicar incomodidad. Esto podría ser un ladrido excesivo, maullidos, gemidos. Muchos animales en gran cantidad de dolor reaccionarán y gritarán de dolor cuando se manipule un área específica del cuerpo. Por ejemplo, si su mascota ha experimentado una distensión muscular en el hombro, a menudo llorarán de dolor cuando toque o extienda el brazo delantero.
Disminucion del apetito
Muchos animales que experimentan dolor perderán interés en comer. Si descubre que su mascota se muestra reacia a venir al plato de comida o está dejando atrás una buena parte de su desayuno o cena normal, esto podría indicar que su mascota está experimentando molestias o tiene un problema médico subyacente.
Una enfermedad dental grave puede ser extremadamente dolorosa y provocar una disminución del apetito. Se recomienda programar una visita veterinaria para investigar más a fondo los cambios en el apetito.
Ocultación
En la naturaleza, comúnmente se teoriza que los animales heridos se esconderán de los depredadores para aumentar sus posibilidades de supervivencia. Estos instintos aún se pueden observar en algunos animales domesticados. Las mascotas enfermas o doloridas pueden tratar de esconderse para evitar llamar la atención sobre su enfermedad.
Los dueños de mascotas a menudo observan a sus perros o gatos se ocultan debajo de una nueva pieza de mobiliario que normalmente no se esconden debajo, o que desean pasar más tiempo afuera. Vigile a su mascota por estos cambios de comportamiento específicos, ya que pueden ser el signo de una afección subyacente.
Letargo
Un cambio en los niveles de energía o una falta de interés en las actividades normales podría ser una indicación del dolor subyacente. El letargo se puede indicar por el tiempo que se pasa durmiendo o dando vueltas, el ascenso más lento y el desinterés en las actividades normales, como jugar con juguetes, meterse en la caja de arena o caminar.
Los dueños de mascotas son los mejores jueces del nivel de energía normal de su mascota, por lo que si observa un cambio en el comportamiento, es mejor que un veterinario realice un examen y considere realizar análisis de sangre de rutina para descartar un problema médico subyacente.
Dado que nuestras queridas mascotas no pueden decirnos específicamente cuándo tienen dolor, debemos usar nuestras habilidades de investigación para comprender mejor cuando no se sienten bien. Podemos utilizar ciertas señales de comportamiento para saber cuándo es el momento de buscar asesoramiento y evaluación veterinaria. Cuanto antes reconozcamos los signos de dolor o enfermedad, generalmente el mejor pronóstico para tratar a nuestras mascotas.
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